Ocurrió hace ya mucho tiempo, pero no
por ello el
recuerdo es nubloso, todo lo contrario, cada vez es más y
más claro, el
tiempo, lo único que logra, es que sintamos más
cercano los sucesos...
Uno no puede olvidar el
día en que todos perdimos la Libertad.
Espero no haberles “chafado”
el final de esta historia, pero lo
importante no es como acabó, sino el por qué se
llegó al final, en
otras palabras, el “cómo”, para entender
el “por qué”... Aunque, tal
vez, lo importante es el “para qué”.
Recuerdo que hace unos
años nos considerábamos Libres, no totalmente,
claro, pero sí lo
“suficiente” como para estar satisfechos con la
vida que llevábamos,
peor o mejor, ese ya es otro tema, pero al menos podíamos
decidir,
protestar, hablar... Pero todo lo bueno acaba, y si ese bueno
sólo es
medio bueno, como nuestra incompleta libertad, la lógica de
las cosas
precipita el final de la parte positiva.
Nosotros les
escogíamos, y ellos tenían que hacer lo que
más nos convenía, con
nosotros siempre en mente, para nosotros. Pero no desde una forma
tangencial, sino totalmente. Claro, es la teoría, no cabe
duda que la
práctica producía muchas anomalías,
pero no tantas como a veces
pensábamos, ni menos de las que ellos nos contaban.
Un día, en
nombre de la seguridad, ellos decidieron que la Libertad
tenía que ser
asegurada, la forma era limitándola, no mucho,
sólo un poquito, siempre
para nosotros, por nosotros, y con nosotros. Les
sonreímos, nos
quedamos contentos viendo cómo algunos pagaban con su
Libertad en
beneficio del resto, total, la no-libertad de algunos era un coste bajo
por la Libertad mediante la Seguridad de la mayoría. Todos
contentos
¿no?
Ellos comenzaron a decidir cada vez
más, al margen de
nosotros, por supuesto, pero para nosotros, eso nos decían
al menos, y
nosotros no sólo les creímos, sino que les dimos
la razón. Poco a poco,
quienes pagaban con su libertad por nuestra Seguridad, en nombre de la
Libertad de todos, fueron aumentando. Poco a poco el concepto de
Libertad se reescribió, siendo la Seguridad la base de la
Libertad,
quienes soñábamos en que la Igualdad era la base
de la Libertad fuimos
tachados como enemigos de la Libertad, y por el bien de la Seguridad,
nos comenzaron a perseguir.
Todo partía de un error de origen,
y de una línea de equivocaciones en cadena,
creímos (creyeron) que la
Libertad no era más que una burbuja individual en que nos
cobijábamos
del resto, para llevarla a cabo la seguridad en la Burbuja es el
presupuesto máxime, nos convencieron de ello como de un
axioma sagrado
se tratase, y siguieron atentando contra la Libertad de todos, por el
bien de la Seguridad.
Al poco tiempo lo imposible antaño era
una necesidad ahora, siglos de lucha por la Libertad del individuo,
plasmada en Derechos y Deberes, garantizada por un sistema construido
por todos (o que pretendía serlo, al menos) se vieron
tirados por la
borda, sin perder en ningún momento el discurso de nuestra
Libertad
como fundamento de todo, decidieron que la Seguridad, SU Seguridad,
estaba por encima de nosotros, de todos. Ya no contamos en sus planes,
estamos lejos de ser reales en sus miras, no sólo se nos
trata como
idiotas y se pretende que estemos felices al ver que han levantado de
la nada unos leviatanes impenetrables, en que no hay cabida para la
Libertad, ni para el individuo, ni para nada que ellos no cataloguen
como Seguridad. Hemos perdido, han ganado.