INTRODUCCIÓN:
El siguiente trabajo de recopilación encuentra
sus cimientos en diferentes libros basados en los ya antes mencionados
gobiernos de los presidentes Augusto Bernardino Leguía y
Alberto Kenya Fujimori .
Entre los mandatos de ambos ex presidentes se pueden
encontrar marcadas similitudes que el fin del régimen de
Fujimori traen a la memoria, estos son puntos muy similares que
nos hacen pensar que no podemos evitar las desviaciones que nos
infiere el poder; se podría decir que ambos mandatarios reflejan
una repetición cíclica , pero con leves variaciones
en la forma en que llevaron sus gobiernos
Aparte de las similitudes entre Leguía y
Fujimori también referiremos las diferencias de ambos gobiernos
en los diferentes aspectos encontrados en la información
preliminar a este trabajo.
Finalmente, vale marcar que este informe constara de una imparcialidad
total, adoptaremos un punto neutral y solo comentaremos En base
a los conocimientos que nos proporcionan nuestras las fuentes antes
investigadas, las experiencias posteriori y las herencias dejadas
por ambos ex presidentes, ya plasmadas en la realidad del país.
SUS LEMAS POLÌTICOS
El primer punto a tomar en cuenta es la imagen con
la que aparecen en la esfera política, en el caso de Fujimori,
el nombre de su partido. Leguía utilizó el lema de
La Patria Nueva y Fujimori tuvo como nombre de partido Cambio 90.
Como podemos notar, ambos títulos hacen referencia a una
transformación o evolución hacia el futuro del país.
Si recordamos las circunstancias vividas en ambos momentos de nuestra
historia, es decir, la época en la que Leguía tomaba
el poder por un golpe de estado y que Fujimori era candidato a la
presidencia (en 1919 y 1989 respectivamente), el país se
encontraba sumido en una profunda crisis y era obviamente necesario
para convencer al pueblo, la promesa de un cambio para bien en la
situación que se vivía. Dieron entonces ambos una
esperanza al pueblo a través de sus lemas. Cambio 90 hacía
alusión a una mejora en la nueva década (los 90s),
y el lema patria nueva, en el caso de Leguía refería
a la creación de un nuevo y mejor país. Sin duda el
uso de estos logos, influyeron en la población para que los
eligieran como mandatarios en los respectivos comicios electorales.
DEJAN SUS “PARTIDOS”
Ambos personajes dejan los partidos políticos
que les ayudaran, en sus inicios, a alcanzar el poder.
En el caso de Fujimori, la asociación política
que formo, cambio 90, gracias a la cual llego al poder, sufrió
una gran dejadés por parte de su líder que no se preocupo
por formar una ideología y conservar un partido que solo
uso como trampolín para llegar a la presidencia.
Sucedió algo muy parecido en el caso de Leguía.
El perteneció al partido civilista, y luego dejo al partido
para convertirse en independiente; el partido civilista se convertiría
en su peor enemigo.
ADOPCIÓN DE UNA POLÍTICA AGRARIA
Estos dos presidentes, en sus respectivos tiempos,
desarrollaron políticas para la mejora agraria. Leguía
vendió los ferrocarriles nacionales a la Peruvian Corporation
para descargar al Estado definitivamente de las hipotecas a las
islas guaneras, y así aprovechar todo el guano para beneficio
de la nación y de nuestra agricultura en la costa, siendo
esta quizá una de sus mayores obras; no olvidemos que Leguía
también intento una reforma agraria (sin éxito).
Fujimori promovió el desarrollo de la agricultura,
todos recordamos su imagen con una yuca en la mano. Él, terminó
de construir el reservorio de Gallito Ciego, e implementó
el regadío con el proyecto Chavimochic; además, combatió
el narcotráfico ofreciendo alternativas legales a los campesinos.
De esta manera ambos presidentes demuestran su preocupación
por el crecimiento del sector agrario, ya que es un hecho que una
buena forma de generar divisas es incentivar la producción
nacional, en vista de que contamos con variados suelos y climas,
y una gran variedad de especies vegetales para cultivar a lo largo
de nuestro territorio nacional.
DURACIÓN DE AMBOS GOBIERNOS
También se puede tomar en cuenta como una
semejanza el hecho de que sus gobiernos (el 2do de Leguía
y el de Fujimori ) tuvieron un periodo de duración similar,
ya que Leguía gobernó once años, periodo conocido
como el oncenio de Leguía, y Fujimori diez y algunos meses
más. No olvidemos que ambos de una u otra manera lograron
ser reelegidos. Quizás este sea uno de los puntos que, a
la caída del régimen fujimorista, nos trajo a la memoria
el periodo del gobierno de Leguía.
AMBOS LOGRARON SER REELEGIDOS
Se desprende del párrafo anterior una semejanza
más. Estos presidentes lograron ser reelegidos a un segundo
periodo de gobierno porque en cierta forma ambos tuvieron un buen
primer periodo, de cierto crecimiento económico y de modernización.
Ambos, en sus primeros años lograron dar aires de recuperación
al país ya que, recordemos, ambos subieron al poder en épocas
de crisis.
DISOLUCIÓN DEL CONGRESO
Ambos presidentes, algún tiempo después
de iniciar sus gobiernos, hicieron redactar una nueva constitución.
Para la que publicara en 1920 Leguia, se suprimió el Congreso
electo y convocó a nuevas elecciones para conformar una ASAMBLEA
NACIONAL con el objetivo de que esta fuera integrada por políticos
que estuvieran a su favor.
Fujimori disolvió el Congreso porque estaba
integrado, en su mayoría, por la oposición; y logra
convencer al pueblo de que la decisión tomada era la mejor,
pues anteriormente, a través de sus discursos y manifestaciones,
públicas había logrado desprestigiar a los congresistas,
tildándolos de holgazanes, entre otras cosas; pero por presiones
internacionales, especialmente de la Organización de Estados
Americanos (OEA), se vio obligado a convocar a elecciones, y luego
de que los congresistas fueron elegidos consiguió formarse
una mayoría parlamentaria que estuviera a su favor y con
ella se redactó una nueva constitución, la de 1993.
UNA CONSTITUCIÓN FAVORABLE A LA REELECCIÓN
Del párrafo anterior obtenemos una nueva
semejanza. Ambos, al disolver el Congreso, no solo buscaron deshacerse
de la gran oposición que encontraban en el poder legislativo;
también buscaban, con ayuda de un nuevo congreso, crear una
constitución que favoreciera sus mandatos, en especial buscaban
que esta les diera la oportunidad de ser reelegidos (para ello introdujeron
dicha ley en la nueva constitución), tal y como sucedió
en ambos casos.
CONFLICTOS LIMÍTROFES
Fujimori y Leguía consiguieron dar solución
a los conflictos limítrofes que se presentaron durante sus
gobiernos. El primero logró establecer la paz con el Ecuador,
país con el que se había tenido conflictos desde épocas
de Leguía. Éste también logró pacificar
el norte del país y es en su gobierno que el Perú
cede a Colombia el trapecio Amazónico, incluyendo el importante
puerto de Leticia y se les da así acceso directo al Amazonas
y el derecho de libre navegación. A cambio el Perú
recibió el territorio de Sucumbios. Además es en este
periodo que se establece que el Perú se queda con Tacna,
y Chile con Arica y Tarapacá.
Este hecho fue muy criticado en su época
al igual que lo fue el que Fujimori entregara el kilómetro
cuadrado a Ecuador. Aquí encontramos entonces una semejanza
más.
COMPRA DE ARMAMENTO
Éstos presidentes también tienen en
común el haberse preocupado por el armamento de la Defensa
Nacional. En el caso de Augusto Leguía, se compraron armas
sofisticadas (para la época) buscando mejorar el armamento
de nuestras Fuerzas del orden.
Fujimori hizo lo mismo en la época en que
se vivía una tensa relación con el país del
norte, Ecuador, se realizó la compra de aviones MIG 29, aunque,
lamentablemente años después se comprobara que no
fueron una buena adquisición, ya que se encontraban en pésimo
estado. Varios de ellos se desplomaron en pleno vuelo.
LAS PRIVATIZACIONES
En el aspecto económico, podemos ver que
ambos presidentes privatizan diversas empresas, por ejemplo los
ferrocarriles en el gobierno de Leguía.
En el caso de Fujimori aún permanecen privatizadas
las empresas de luz en Lima, de teléfono, de pesca entre
otras. Esta política fue utilizada con el objetivo de obtener
recursos para el Estado, generar empleo y usar los fondos en inversiones
nuevas, aunque no es seguro que el dinero recavado haya sido utilizado
en su totalidad para el bien del pueblo.
Esto nos muestra que no existió honestidad
por parte de los administradores públicos y que hubo una
falta de honradez de parte del gobierno en sí.
MEJORAS EN LOS MEDIOS DE TRANSPORTE
Durante el gobierno de ambos se invirtió
en los medios de transporte, es decir, en vías de comunicación.
Por ejemplo, en el caso de Leguía se impulsó un ambicioso
plan de integración vial concluyéndose nuevos tramos
de ferrocarril y la construcción de carreteras que unieran
el territorio nacional, y que a su vez permitieran una movilización
mucho más eficiente.
Fujimori también implementó las carreteras
y mejoró las que estaban en mal estado, contribuyendo así
a la mejora en el transporte nacional. Entre sus objetivos tenía
el dispuesto facilitar a la población el tránsito
por el interior del país para fomentar, de esta forma, el
turismo a nivel interno. Este es otro punto en común de nuestros
dos ex presidentes.
INVERSIÓN DE CAPITALES EXTRANJEROS
Estos gobiernos también se caracterizan por
fomentar la inversión extranjera en el país, dando
facilidades a los inversionistas para que confíen sus capitales
en la economía peruana.
En el caso de Leguía se ve claramente cómo
el Perú es muy influenciado por el capital norteamericano
que va reemplazando al capital inglés y en general el europeo.
Fujimori también hace lo mismo y permite
el ingreso de capital chileno y japonés, además del
americano, entre otros.
CONSTRUCCIÓN DE COLEGIOS
Entre otras obras públicas que ambos presidentes
tienen en común está la construcción de 8000
colegios.
Augusto B. Leguía fue quien se encargó
de construir las grandes unidades escolares que hasta hoy tienen
cierta importancia en la educación del país.
Fujimori también construyó muchas
escuelas a lo largo de todo el territorio nacional. Se puede resaltar
que las construyó todas muy similares en infraestructura,
pero lamentablemente esta no resultó buena, ya que se ve
hoy en día que muchos de los colegios construidos durante
su régimen se encuentran en muy mal estado, algunos están
derrumbándose, esto a diferencia de los colegios construidos
por Leguía que se encuentran en buen estado hasta hoy.
CAMPAÑAS DE SALUBRIDAD
También en el gobierno de Leguía se
implementan sistemas de agua potable y desagüe para las principales
ciudades del país. Se llevan a cabo campañas de salud
preventiva para la niñez y se construye el Hospital del Niño.
Fujimori también se preocupa por la salud,
fomentando campañas de vacunación y también
informando a la juventud y a las familias sobre la planificación
familiar, para detener el fuerte crecimiento demográfico
visto en las últimas décadas que significa un gran
problema en el país.
PREOCUPACIÓN POR GANAR EL FAVOR POPULAR
Otra característica de ambos presidentes
es que ellos se procuraron el apoyo del pueblo, esencial para ejercer
un gobierno pacífico, por medio de “favores”
hacia los diversos sectores (los más pobres) de la población.
En el caso de Leguía se puede ver cómo
buscó el apoyo de la sociedad peruana, de los sectores medios,
los universitarios, los indios, beneficiándolos con una serie
de medidas, pero la clase más favorecida fue definitivamente
la clase media, dedicada a los negocios, compuesta por profesionales,
pequeños empresarios industriales y de comercio. También
logró favorecer a las élites, pequeños grupos
cercanos al gobierno que pudieron enriquecerse.
Fujimori, hábilmente elige favorecer a los
sectores más pobres, que son la mayoría de la población,
dándoles beneficios como víveres y productos de primera
necesidad, además de favorecer con vivienda a algunos cuantos,
y dotando de agua potable y alumbrado eléctrico a los pueblos
jóvenes y habitantes de las faldas de los cerros en Lima.
No olvidemos su imagen sobre el tractor y con un casco de construcción
puesto.
EL PAÍS ESTABA DIVIDIDO
El Perú en ambos gobiernos se encontraba
“dividido”, ya que en tiempos de Leguía, había
movimientos socialistas como el APRA que reclamaban por una política
diferente, y por no estar de acuerdo con el accionar del gobierno
fueron perseguidos y apresados muchos miembros de esta agrupación;
vale mencionar también a los civilistas, sus principales
enemigos a quienes deporto y a quienes refiere constantemente en
el libro de auto defensa que escribió durante su periodo
en la cárcel.
En el caso de Fujimori, tuvo que enfrentarse con
los movimientos terroristas (sendero luminoso y el movimiento revolucionario
Tupac Amaru) que causaban desorden y miedo a lo largo del territorio
nacional, especialmente en Ayacucho. Esto generó que los
gobiernos tomaran serias medidas para controlar la violencia de
dichos partidos subversivos.
REPRESIÓN A LA OPOSICIÓN
Del párrafo anterior se desprende una semejanza
más. Ambos gobiernos ejercieron represión en la población,
es decir, no había plena libertad para manifestar simpatía
por un partido político, para salir a las calles a protestar,
pues en el caso de Leguía, si se demostraba estar en contra
del gobierno, bastaba con acusar a la gente de ser enemigos del
estado y así conseguir encarcelarlos, por esto la gente tenía
miedo y no era completamente libre de actuar y como quisiera.
En el caso de Fujimori fue muy similar, si alguien
se quejaba y hacía algún tipo de manifestación,
intentaba promover una marcha que dejara ver su descontento en público,
era acusado de terrorista. Esto lo conseguía con el apoyo
del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) que se encargó
de mantener informado al gobierno de todo lo que sucedía,
por medios que muchos ni se imaginaron, como el “chuponeo”
telefónico. Además, después salieron a la luz
los casos de personas torturadas, personas que trabajaron en el
mismo SIN como Leonor La Rosa Y Mariela Barreto, la cual fue asesinada.
Además está el caso del periodista Salazar, que fue
torturado a fines del gobierno de Fujimori porque tenía en
su poder videos que comprometían al gobierno de forma seria
(los famosos vladivideos). Esto da muestra de la corrupción
y el abuso de poder que se vivió durante el gobierno de Fujimori,
signo de una dictadura.
Se puede afirmar que el segundo gobierno de Leguía
también fue una dictadura, ya que comenzó con un golpe
de estado, además las muestras de represión que se
vieron, por ejemplo el encarcelamiento de los civilistas y demás
personas que manifestaron estar en desacuerdo con el régimen.
Leguía aplicó su política de represión
a través de tumultos, asaltos y quema de viviendas. Logró
que muchos opositores prefirieran exiliarse. Su servicio de inteligencia
estaba al tanto de todo y habían, personas disfrazadas de
civiles que servían de “soplones”. Estaban muy
bien organizados al igual que el SIN(Servicio de Inteligencia Nacional)
de Montesinos.
SON DERROCADOS POR UNA FIGURA PÚBLICA REBELDE
AL RÉGIMEN
Ambos son derrocados por culpa de un líder
que se rebela (por así decirlo). Leguía arrancado
del poder por el golpe de estado encabezado por el general Sánchez
Cerro y es encarcelado. Enferma de cáncer y prácticamente
se le deja morir en la cárcel. De esta manera termina su
gobierno.
Fujimori aprovecha un viaje al extranjero para fugarse
con las maletas llenas de lingotes de oro, y decide renunciar al
poder ya que se vio descubierto con respecto a la corrupción
que se había vuelto la enfermedad del régimen y desde
el Japón renuncia a la presidencia del Perú (por medio
de un fax), cuando en el país la situación política
se hallaba muy agitada y había sido puesta al descubierto
la mafia que ejercía el SIN dirigida por el poderoso asesor
Vladimiro Montesinos, quien fugó antes que el presidente
y finalmente es capturado en Venezuela durante el gobierno de transición
de Valentín Paniagua Corazao.
AMBOS SE ENRIQUECEN ILÍCITAMENTE
Si se habla de corrupción y enriquecimiento
ilícito, Leguía fue muy discreto a comparación
de la “diarquía” Fuji-Montesinista, ya que ésta
ROBÓ de forma descarada y en cantidades ingentes. Leguía
se enriqueció con su ingreso al poder, pero así como
se enriqueció, también perdió su capital muy
pronto.
Fujimori en cambio sigue gozando de los beneficios
que le trajo, no el sueldo como presidente, pues este era muy humilde,
sino la cantidad de dinero que tomó de los impuestos y de
diversos fondos de la nación.
PERSONALISTAS
Leguía gobernó de manera autocrática
y personalista. A su alrededor se formó una camarilla de
políticos que intensificaron sus tendencias mesiánicas,
su afán de ser la estrella y el salvador, y clara está
su vanidad personal. Él se sentía el único
capaz de solucionar los problemas del país. Todo esto por
un remarcado egocentrismo en su personalidad.
Fujimori también fue un personaje muy egocéntrico
Y al igual que Leguía se sentía el único capaz
de sacar al Perú de la crisis. Quizá el haber acabado
con el terrorismo de esa época y el crecimiento económico
del país hicieron que su ego se elevara y se sintiera capaz
de impulsar al país al desarrollo y el avance tecnológico,
quizá tuvo a su alrededor a mucha gente que le reconocía
sus triunfos, además de ser tan poderoso, o por lo menos
creer serlo, ya que quien realmente tenía poder en el país
era Vladimiro Montesinos, el ex asesor.
LA VOLUNTAD DEL PUEBLO PREVALECIÓ
Otro aspecto importante es que ambos fueron sacados
del gobierno. En el caso de Leguía, fue Sánchez Cerro
el encargado de “liberar” al país de la dictadura,
dando un golpe militar. El país debe haber estado harto de
él para que cuando fue abolido su régimen derribaran
la estatua del expresidente.
En el caso de Fujimori, principalmente fue Alejandro
Toledo quien encabezó el movimiento para abolir la dictadura.
Con la ayuda de otros líderes como Fernando Olivera y el
famoso “vladivideo” la dictadura se fue cayendo a pedazos
hasta que el propio Fujimori tuvo que renunciar.
LLEGARON AL PODER DE FORMAS DISTINTAS
Ambos tuvieron formas diferentes a través
de las cuales ascendieron al poder.
En el caso de Leguía, dio un golpe de estado
(1919) al poder oligárquico que existia en aquel entonces,
y acabó con un largo periodo del civilismo, partido del cual
había formado parte antes.
En el caso de Fujimori, él ascendió
limpiamente (1990) al poder, ganando las elecciones al conocido
escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien era líder del
FREDEMO.
ASCENDIERON AL GOBIERNO EN AMBIENTES DIFERENTES
Ambos obtuvieron el poder en épocas de profunda
crisis, pero en ambientes diferentes.
Fujimori logró un triunfo inesperado a la
cabeza de un partido independiente, esto se debió a la crisis
de los partidos antiguos, que por esos tiempos habían perdido
toda credibilidad, recordemos que Alan García, cabeza del
APRA dejó al país en caos.
Leguía también subió en un
periodo difícil, pero no tuvo que derrotar a ningún
político porque él ascendió gracias a un golpe
de estado.
TENÍAN ORIGENES DISTINTOS
Leguía era un hombre de buena familia o posición
social, de muchas relaciones y contactos favorables. Al obtener
el poder, tenía un gran patrimonio pecuniario, el cual más
tarde perdería.
Fujimori, en cambio, proviene de una familia muy humilde de migrantes
japoneses, en algún momento se intentó eliminar la
amenaza política que representaba alegando que no era peruano.
Aún continúa el debate y las pruebas parecen indicar
que es de nacionalidad japonesa.
LA BASE DEL PODER ERA DIFERENTE EN AMBOS RÉGIMENES
Los dos no concentraron el poder de igual manera,
cada uno tuvo una forma diferente de distribuir el poder.
Leguía, l concentro el poder en sí
mismo, fue autocrático y no permitió que el poder
se dispersara hacia otras personas durante su gobierno.
En el caso del gobierno de Fujimori, el poder fue
en un principio una trinidad conformada por Hermosa Ríos,
Vladimiro Montesinos y Fujimori. Luego se convertiría en
una diarquía (Fujimori y Montesinos) al enviar a la baja
al general Hermosa Ríos.
CONCLUSIÓN:
Ambos gobiernos fueron similares. Quizá Fujimori,
al no poseer una buena estrategia de gobierno, se dedicó
a plagear a Leguía. Algunas de ellas muy positivas, aunque
probablemente mediocres. El tiempo y la historia determinarán
lo que hoy aún no es claro.
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Lima: Pachacútec, 1993.
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de justicia: La verdad desnuda sobre los gobiernos y obras de Leguía.
Lima: Horizonte, 2000.
Bowen, Sally; El expediente Fujimori: El Perú
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Degregori, Carlos Iván; La década
de la antipolítica: Auge y huída de Alberto Fujimori
y Vladimiro Montesinos. Lima: IEP, 2000.
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